INVESTIGACIÓN

Una investigación de la UNNE -publicada en la Revista Argentina de la Ingeniería- avanzó en el ajuste de una metodología de cálculo estimativo de volúmenes y circuitos de generación urbana de Residuos de Aparatos Eléctricos y Electrónicos (RAEE), a partir de estudios de campo en el área del Gran Resistencia (Argentina). La misma abarcó tipos específicos de electrodomésticos, lámparas y equipos informáticos, con el fin de aportar información útil para decidir acciones de tratamiento eficiente.

Argentina genera por año 10,7 Kg. de Residuos de Aparatos Eléctricos y Electrónicos (RAEE) por habitante, superando las densidades promedio de generación anual de México (9 Kg) y Brasil (7 Kg). Sin embargo, y pese a la elevada producción de residuos de este tipo, el país tiene pendiente la sanción e implementación de una ley específica de RAEE.

Ante la falta de una normativa nacional, la Ciudad Autónoma de Buenos Aires y varias provincias avanzaron en leyes propias. En el Chaco, en 2014 se sancionó la Ley 7345 reglamentada por el Decreto 869/14, relativa a la gestión de Residuos Electrónicos.

Al carecer la región NEA de estudios específicos, años atrás el Grupo de Reciclado Electrónico de la Facultad de Ingeniería de la UNNE (GRE) y la cátedra de Electrónica pusieron en marcha un estudio de línea de base referido a la generación de RAEE en la ciudad de Resistencia, a través de levantamientos de campo y estimaciones cuantitativas.

El plan de tareas de la investigación, originada en un trabajo final de la cátedra de Electrónica II, fue concebido en dos fases: Por un lado el trabajo de campo, apoyado en relevamientos muestrales, informes de sitio y entrevistas en puntos de interés; y por otro una evaluación cuantitativa de la evidencia, con estimaciones someras de la generación de residuos por categoría utilizando al menos dos métodos diferentes en cada caso (principal y alternativo).

“El fin propuesto era identificar orígenes, prácticas corrientes, circuitos de uso y deposición, tendencias y detalles del volumen y de la composición de Residuos de Aparatos Eléctricos y Electrónicos generados en la ciudad de Resistencia”, según explica el ingeniero Leandro Riquelme, autor del trabajo final de carrera e integrante del grupo dirigido por el ingeniero Darío M. Goussal.

La estimación inicial se realizó desde 2014 abarcando tipos específicos de RAEE: electrodomésticos (lavarropas, heladeras, equipos de aire acondicionado, lavavajillas, hornos, microondas, secarropas y otros), lámparas, y equipos informáticos. Las tareas de campo incluyeron muestreos “in-situ” en el vertedero municipal de María Sara (Departamento San Fernando, Chaco) y en depósitos de dependencias oficiales del área múltiple Gran Resistencia. Se relevaron también puntos focales de grandes usuarios de AEE con entrevistas y cuestionarios abarcando organismos públicos, talleres de reparación, sitios de venta de materiales eléctricos ó electrodomésticos, empresas distribuidoras del servicio eléctrico y cámaras empresariales del sector.

En ambas fases operativas se relevaron cantidades, circuitos de generación y lugares de deposición final, comprobando asimismo qué niveles de conocimiento había sobre el manejo adecuado de los desechos de este tipo y los riesgos para la salud asociados.

La estimación cuantitativa de los volúmenes generados se propuso por comparación crítica de valores obtenidos a través de, al menos, dos métodos: uno principal y otro alternativo, variables según cada tipo de AEE analizado (volúmenes de venta, niveles de stock, ventas y vida útil, muestreo de sitios de reparación y disponibilidad, entre otros).

De acuerdo a lo estimado en el proyecto hasta el presente, la generación anual de RAEE en el área en las tres categorías estudiadas es de 1.484 toneladas, equivalentes a unos 5,1 kg por persona por año. Esa cifra aumentaría significativamente si se tuvieran en cuenta otros tipos de RAEE no incluidos en el muestreo inicial (pequeños electrodomésticos, teléfonos celulares y equipos de telecomunicaciones, herramientas y equipos industriales y profesionales, sistemas de automatización, control y electromedicina, instrumental, vehículos, aparatos de consumo de audio y video y otros).

Observando la distribución resultante por peso, el 84 % del volumen generado proviene de electrodomésticos grandes y medianos. Las lámparas suman casi 10 %, y el restante 6 % correspondería a desechos informáticos. Aunque la cifra de lámparas desechadas es claramente superior a los electrodomésticos, en peso y volumen predominan estos últimos.

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